De López y sus chairos
poema de Gonzalo Ramos Aranda
Esta verdad sí que inquieta,
no tiene la culpa el chairo
de echar maromas a diario
sino el que le da croqueta,
su atole y no lo respeta,
pues, se lo da gota a gota,
hasta lo llama mascota
como “muestra de cariño”
lo ha nombrado solovino
imponiéndole su bota.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Ciudad de México, a 07 de marzo del 2024
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