De López y de Loret de Mola

“Que, por informar se inmola . . .”

La verdad ya no está sola,
pues, Carlos Loret de Mola
ha tomado el estandarte
del periodista baluarte.

El que investiga e informa,
da nota y no se conforma
con ser lector de noticias,
desde aquí le digo ¡albricias!

Por decirnos fiel, a ultranza,
todo acerca de la transa
esa del “gobierno” actual
que, al parecer, ya es normal.

La que López desatiende,
de la que se desentiende
mintiendo que ya no existe,
no oye, no ve y se resiste.

A perseguirla, denunciarla,
combatirla hasta extirparla,
calla, no dice ni pío
de Bartlett, de su hermano imPío.

De Irma Eréndira y Felipa,
las dudas jamás disipa
de probados nepotismos,
de ciertos influyentismos.

No hace nada, no investiga,
mucho menos los castiga;
mas, Carlos toma la pluma,
el teclado, por fortuna.

Para bien, no para mal,
le hace la chamba al Fiscal
ese de “anticorrupción"
sirviendo así a la nación.

Por tal trabajo formal
de corte profesional,
el peje, de él, se ha burlado,
se ha reído, lo ha atacado.

La chairiza desatada
cual jauría despiadada
mal azuzada por su amo
lo ofende, le hace reclamo.

En lugar de agradecerle,
de apreciar, reconocerle
periodística labor,
háganme Ustedes favor.

Pero, Loret no desmaya
se merece una medalla
la Belisario Domínguez
o que le den ganancias pingües.

Cuando menos una lana,
la fama al fin se la gana
en Latinus reportajes
pa’ que no nos hagan majes.

Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Ciudad de México, a 09 de diciembre del 2020
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