Árbol de las tristes noches
“Al llanto, al fuego, . . . reproches.”
Ahuehuete tan amado
recordemos el pasado,
en Popotla la desdicha,
así, la verdad sea dicha:
Las lágrimas de Cortés
fueron tu fatal revés
sentenciaron el futuro
nadie te sacó de apuro.
Como cruel premonición
te cayó la maldición
por fuego fuiste inmolado
dos ocasiones quemado.
Sin que te soplaran vientos,
centuria mil novecientos,
años del setenta y dos
y ochenta y uno, ¡por Dios!
Incendiarios despiadados
que, del diablo, son aliados,
te usaron como fogata,
la ignorancia es insensata.
Hogueras de plebe inmunda
secaron raíz profunda,
el grueso tronco sin nido,
madero, carbón, herido.
Brazas en hueco vacío,
producto del desvarío,
redujeron a cenizas
historia, fama, con prisas.
Quinientos años después
estás en la desnudez
sin ramas, sin leal follaje,
grave afrenta al fiel linaje.
Árbol de la noche triste
milenario así moriste,
te dañaron la corteza,
mas, persiste tu nobleza.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Ciudad de México, a 30 de junio del 2020
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