Castillos en el aire
Tú ya has llegado al punto
en que te alzas,
con tu alucinada justicia,
sabes que debes
señalarme con el dedo
y acusarme sin dilaciones
de ser así,
un febril y terco sujeto
encasillado en mis errores,
escogiendo uno de ellos
y decidiendo que tan solo uno
de mis defectos cubra todo
lo demás,
despojado de virtudes,
y que soy absoluto
dechado de maldades,
un sexópata monotemático
empedernido
y aburrido.
Todo lo demás que brilla
en mi cobertura de alma
no interesa, solo importa
el reflejo de quien soy…
pero en tu propio espejo.
Yo soy solamente una pequeña
colorida y silenciosa roca,
y tú
imaginas que soy una montaña
de mil colores y texturas,
y todas esas cosas
no son más que los castillos
que armas en el aire
en torno a mi simpleza.
Cuando abras los ojos
y por fin veas lo que realmente
soy,
no me culpes si tu corazón
empieza a odiarme,
no te extrañe si tu alma
empieza a olvidarme.
Comentarios & Opiniones
Que gusto son tus letras Giovanni. Todo un placer, saludos.
el reflejo de quien soy…
pero en tu propio espejo.
Felicitaciones por tan brillante escrito, gran placer la lectura. Saludos.
María de Rocío, me alegra siempre tenerte entre mis lectoras, es un honor para mi, muchas gracias. Un saludo cordial.
María Cruz, siempre es una alegría sdaber que visitas y disfrutas de mis letras, muchas gracias por ello... y por interiorizar el poema.
un saludo cordial
Giovanni siempre que puedo paso, la pena es que en ocasiones neceisto tiempo que no tengo. Saludos.
Gracias María Cruz, es verdad que siempre el tiempo marca el día a día nuestro, aun para leer poesía. Un abrazo cordial