Mi Chocherita

Hace mucho que rebusco en el tiempo, musas de palabras para llevar a mi cuaderno
Las rebusco y no las hallo y no puedo terminar la tarea que dejaste el día de Historia
Leo los libros, miro tus ejemplos, leo al pie las apostillas, recuerdo tu enseñar, pero aún sigo amilanada;
El tiempo pasa y yo sin terminar de arreglar mi historia
Tantos borradores, tantas hojas deshilachadas y estilográficas vacías yacen en el suelo por allí regados, y yo sin plasmar mi historia
Mi historia plagada de inducciones para decirte lo mucho que me inspiras
Eres mi profe, mi cocherita digo;
El más amigo, el más cercano, el más querido por estos locos soñadores que la deidad parapetó el 82 en tu glorioso Jiménez Pimentel
Como hacerlo me dice la razón, si no tengo tu magna, tu leída historia
Entonces como decirte que eres la amalgama, el alquitrán que bruñó mi aturdido, mi anegado venir de aquel entonces
Aquel venir que encontró anido en tu valle de eruditas historias
Como poner en orden mis palabras y decirte que las pillerías fútiles mías, quiero que las perdones
Como decirte que en aquel entonces, donde la pobreza se escondía en cada esquina, fuiste mi alcuza de esperanza
En aquellos valles en donde solo subsistía el más fuerte, tu salón fue mi roca de seguridad
Como no serlo si aún escucho tu señalar “conocimiento es elemental, pero el cómo usarlo aún más”
No lo digo a ustedes decías, “sino al adulto que eres mañana te lo puedo asegurar”
Si profe, así fue, hoy quiero gritar, en este borrador que intento acicalar
Aseverarte quiero, que tus cultos indicares, hoy es mi instrumento al intentar crear un mundo mejor
Y si lo admites, intentar quiero profe; ser tu juventud para ayudarte a correr por este hoy de claridad

Oklahoma City, Julio 2011