Mortaja Visceral

La navaja rajó los atajos
que tajaron mi baraja,
impartió la mortaja con
ventaja de lamentos,
vendaje resquebrajado con
una sonata que cuaja las
notas del tormento...
Me alimento a base de migajas,
que bajan la ventana
con mi luz desde hace tiempo.
Rebajan los versos,
resbalan las letras,
avalan mis alas abatidas que
Balan con una bala inserta,
acertó al dolor más visceral
que de mis visceras nació y
de lo más hondo ondo lo hediondo
donde mi corazón está orondo,
y por soltar las riendas me castigó.

Rondó por un cielo precoz,
feroz se deshace
en mis manos tibias...
Atroz señala;
apuñala...
Al portavoz de mis miserias.
Veloces sentimientos
tocan a mi puerta,
huerta huérfana de
emociones muertas,
ilusiones yertas.
Están entreabiertas,
oxidadas las aberturas,
en las alturas y sin ataduras,
me lanzo a volar...
Es el oleaje que con coraje,
irrumpe lo que me aturde a pensar y
es violenta porque ella se desliza
por la lentitud a mi hora de amar.

Armar cada estrofa
que se atrofia por fiarme y
armé desde el desorden
lo que me ordenan desde el caos y
es el vaho que se acopla
por lo perdido de algún tesoro.
¡Socorro!
Mientras recorro un
camino y condecoro...
Un coro suena mientras
corro sin sentido;
corro lo corrosivo de mis letras y
aniquilo lo que alguna vez he sentido.

¿Será el destino donde se destilan con ebullición los textos?
O
¿Los pretextos se hicieron costumbre y aluden mis sentimientos?

La pesadumbre vislumbra mi poesía,
la incertidumbre de mi pluma esta maldita,
disfruto de observarme hecha triza,
las cenizas son mi mayor refugio,
enfermizas ellas fingen el desasosiego y
fugitivas se esconden entre hortalizas y
nadan entre aguas movedizas,
prendiéndolo todo fuego,
absorbo mi sangre rojiza
esperando recordar los acordes,
me llevan obligada al firmamento.
La poesía ha construido
este nido de decadencia,
densas emociones,
invaden con carencias,
necias ellas bailan
simulando fortaleza y
este cuerpo tan deprimente
se ancla a las promesas.

Y...

¡Apareciste!
Insististe en besar mis cicatrices,
aunque en trizas dejaron mi alma...
Surcando el meridiano
a mediados de invierno;
tu mano sigue trazando;
prendiendo aquella llama;
sílabas van rimando;
un pentagrama va sonando,
mientras nadamos
entre las luces del alba...

Luces los fragmentos,
conformando los átomos que
nos van formando y me salvas...
Forjando un estrecho lazo,
que se anuda a nuestra aorta,
armando prosas;
hilvanando las letras que me sobran;
luego rozan, chocan;
en lo más profundo de tu esencia...
Voy armando cada línea;
aparecen en tu piano las notas,
creando mis fonemas;
me he vuelto una naufragarte empedernida,
perdida me encontraba
entre ráfagas de lamentos,
no hay nada que me impida a
quererte como te quiero,
quiero embriagarme en
tu corazón tan sereno,
moriré feliz mientras mi invadan tus besos.

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