No quiero escuchar el bolero

No quiero escuchar el bolero,
que me hace recordarte.
Ver las rosas, ni al jardinero
que me enseñó a cultivarte.

Después que pase el verano,
no quiero sentir al calor.
Dejaré los pasos, o la mano
donde se queda el dolor.

Ya no habrá canciones, ni versos,
ni amaneceres que me hagan vivir.
Si el tiempo traidor libera este preso

preparado para en la vida seguir.
Cuando ya no tenga tus besos,
ningún bolero me hará morir.