A Laura, que duda y teme

Yo escuchaba en el cuarto un clarinete.
Bebí sentado contigo un sorbo de vino tinto.
La voz apresurada gimió sin falsete,
de un beso me entregué al instinto.

Aflojé un poco el ajustador,
te di un beso en los senos.
Yo jugué hacerte el amor,
disfrutando tu dulce veneno.

De un tirón halé tus cabellos,
después acomodé tus piernas.
Entré en ti como tu dueño,
sin hablar de miradas eternas.

Un suspiro. Silencio. Ya eras solo mía.
No soltaron mis manos tus ojos cerrados.
Otros besos, mil caricias. Fuera melancolía.
Que si lloraste fue de placer al estar a tu lado.

Mujer. Te quise desde el primer día.
Cuando entonces éramos estudiantes.
Que solo ser mi amiga querías,
pero yo contigo buscaba ser galante.

Te hice el amor y por si acaso
quiero volver otra vez hacerlo.
No resistas, y dame un abrazo,
Que a tu corazón, quiero tenerlo.