Transmutar

poema de Gene

Dentro de la retórica de quererte, solo sigo la norma que impone el miedo incalculable de perderte, de olvidarte y que me olvides, de que los instantes se sucedan sin tu presencia, física o ilusoria, de que el fluctuante presente se perpetúe en horas de descuidos, y en su afán de alertar al raciocinio, la idealización de nuestros propósitos, se vuelva abstracto murmullo de lo que en nuestro vuelo decretamos como un único sentir, el que volvimos oda en nuestras huellas, el que volvimos eras en nuestro reloj, que marcaba los segundos eternos, que repicaban sin avanzar cada vez que nos queríamos como el primer día.
Fortuito o premeditado, nos encontramos latiendo en una misma nota, nos dormimos en lapsos de una constelación centrifuga, en donde compartíamos un mismo núcleo, dos corazones bombeando en un solo pulso. Logramos burlar por eternidades las estadísticas, que suponen los hechos, de que las circunstancias no eran las propicias para amarnos. Pusimos en neutro a nuestra razón, a la máquina que dicta en lo objetivo, y no en lo sublime, que supone la gracia de quererse sin fin. Pero es propio de la burla de los dioses que el reloj se rompa, y que los segundos vuelvan a doblar las horas, evocando al tiempo inclemente, que da el compás para la lucidez y el despertar de los demonios, de la gráfica evidente, de que no podemos vivir eternamente dormidos en un mismo sueño.
Así, con el repiquetear incansable de las dudas, las inseguridades se hicieron certezas, y germinaron los temores que nos convirtieron en extraños nuevamente, desconociendo lo que alguna vez fue una convicción en nuestro mundo, regresaron los temores de antaño, tornándonos permeables al abandono de nuestros afectos, el café se volvió acre, y los amaneceres sabían a ocasos. Y caímos en la incertidumbre que logró cegarnos, y convertirnos en las marionetas sin hilo que hoy somos. Caminamos desde entonces, lastimando cada rastro, pisándonos torpemente los talones, sin volver a encontrarnos en nuestros pasos.

Comentarios & Opiniones

Joelfortunato

Obra agradable, de sutil carácter encantador y entretenido en su buen decir, con ritmo y claridad expositiva. Bien muestra su obra elementos de inspiración, técnica y juicio estético apropiados. Saludos.

Critica: 
María del Rocío

Buena pluma!

Critica: 
Artífice de Sueños MARS rh

Con nuevo saludo. Interesante obra. Grato placer que obsequia su poética desarrollando un tema sentimental.
"no podemos vivir eternamente dormidos en un mismo sueño".
Deseando que siga su cultivada pluma. Hasta nuevo poema.

Critica: