Mi mar querido
El mar que de niña mojaba mis pies me estremecía,
me hacía feliz;
chapoteando en él me metía.
En el retorno a casa me sentía, cual si perdiera a mi mejor amigo,
y al volver mi rostro hacía la orilla, mis labios con sabor a sal decía.
Volveré mañana mar querido,
¡Por favor, no faltes a la cita!
Siempre fue fiel mi mar.
Pero, fui yo, que al marchar lejos un día,
a una tierra donde el sol no brilla,
traicioné la amistad que nos unía;
en su lugar hay lagos donde mis pies se hunden en la orilla,
con una sensación desagradable,
sus aguas son negras y profundas.
Respiro el aire, deseando encontrar su olor perdido.
Mi alma se estremece al recordarte, pero…
¡Fui yo, quien faltó a la cita!
Quisiera ser como mi nombre indica,
y verme reflejada en tus aguas mi mar querido.
Comentarios & Opiniones
Hermoso sentir Gaviota, yo también amo el mar y lejos de él yo me encuentro, encumbrada en los Andes, donde no hay gaviotas, donde el cóndor es el rey. Un placer pasar por tu poema. Saludos desde Ecuador.
Par mi gusto, este es uno de los poemas más bellos y sentidos que has escrito. ¡qué triste tiene que ser querer volar atravesando la luz, y bañarte en las aguas templadas que dejaste, y no poder hacerlo sino con la imaginación y el alma! Vuela
Muchas gracias, Luna, por sus palabras. Yo llevo el seudónimo de Gaviota, porque mi vida fue a orillas del Mediterráneo, y me gusta más que mi nombre propio.
DESDE SUECIA CON AMOR.
gaviota...¡Vuela! que no anide en ti la añoranza.
Muchas gracias, Francisco,por sus palabras. Es una gran vedad lo que menciono en este poema, amo el mar, y aunque aquí tenemos lagos, y mar, yo hecho de menos mi querido Mediterráneo. DESDE SUECIA CON AMOR.