Confesión.

No han pasado mal los días,
he bajado mi consumo en sustancias,
le han crecido brazos a mis nuevas canciones,
le he puesto atención a la psicóloga.

No he tenido que estar solo,
siempre hay un amigo a quién le escriba
y un par de chicas se han fijado en mí.

He subido al escenario,
me han dicho: Excelentes letras.
Y los he escuchado cantar
las ruinas que vienen de mi ajado pecho.

Hay tantas cosas
que valen la pena estar sin polvo,
sin el silencio del olvido,
hay tantas cosas
por llegar a dejar en la almohada
en vez de gotas con sal.

Pero hoy no puedo,
hoy
el ruido, el aroma, el tacto,
preceden al dolor
de estar sin ti.

Aquel perfume al salir de la estación,
la melodía oscura que viene de la noche,
que nunca había escuchado
más que contigo.
El sabor de un chocolate
que se parece al que te gusta
y que solo compraba
por verte feliz.
El insignificante vuelo de un insecto
que se hace gloria por pensarte.
El sol y la luna
que son los mismos
y a la vez revelación ,
de nunca ver al mismo astro,
mas que estando juntos.

Hoy no puedo
y me hundo en el reclamo
de haberte perdido,
o aún peor,
en el reclamo
de nunca tenerte,
me hundo en las tinieblas
de las promesas sin cumplir,
del deseo hecho añicos...

Y me veo a la cara,
me rayo los párpados con tu nombre
e intento dormir
con la esperanza
de poder soñar contigo...

Hoy
de nuevo
te echo tanto de menos...