Áureo, sin velo

Melodía de fragancia
desplegada la imagen del rocío matinal.
Sostenida encendida una nota siglo,
antesala de puerta abierta
enmarcando la moneda solar.

Dócil la cerradura,
la cueva íntima y sustancial
revistiese en su mano ornamentos,
transportado el rostro dulce arena.

La jornada que guarece
a las paredes blanquecinas,
preservando va el aroma
que sostienen a la tersa sinfonía;
donde dorado el astro tañe
tonos alfil de luz.

Y a ciegas el destino
ilumina en su nostalgia caravana,
al paisaje intacto de cúpulas magenta
del crepúsculo neutro,
aguardando el amanecer.

Es ahí, donde en la fuente del trigo pulsar,
guardada y silenciosa
la estatua mármol permanece,
y profundo en su relieve
un bosque obsequiado de símbolos
entona altares gama.

Gobernado el origen del latido,
observo a la deriva un oasis, y en él,
el espíritu Creador anida tumultuoso
en sinfonía de olas aras.

Tomada la sonrisa con mesura;
el candor de frente, íntimo en su palpitar,
anunciase el concilio cristalino
con la melodía del espíritu albo.

-Rendida, vencer de vos elijo-

Y tras un incienso ceremonial,
áureo, sin velo;
el huerto en su morada
alberga un beso de halo tibio
sagrado, hondo, propicio.

Anunciado en la siesta de un salmo trébol
el milagro de vuestra presencia,
en la dulce gravedad,
sobre la vida erial.

Fondo musical: Yiruma- Do you
ϴ
Julio 18, 2023
© 2023 Gabriela Ponce- La Dama Azul
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