Ya no quiero sacrificar mi corazón por ti

Te he esperado tanto que ya no me quedan fuerzas, ya no quiero sacrificar mi corazón por ti.

Me resigno a entender que no me amaras como a ella y retomó mi cielo al amanecer.

Te pierdes una gran persona, una que te amaría y ama como a nadie pero que ya no quiere demostrar qué es digna de tu amor.

Gracias por los sueños, días y vivencias vívidos...

El dolor de la derrota jamás había sido tan sublime porque ese día, descubrí mi verdadero amor. Uno que no me dejará nunca, al que no tengo que rogarle ni probarle nada. Este me abraza, ama y bendice con cada aliento.

Al ver su reflejo, puedo sentir ese calor que llena cada vacío de mi corazón.

© Carla Frisneda (19.452.858) 20/09/2023, según art. 7° LSDA.