La Soledad y luego Existo

Pero es que no lo entiendo
Estar solo se supone que es ruin y pernicioso
Pero para mi es algo placentero
Como el beso húmedo
De una mujer bellísima
En un colchón caluroso
A las orillas de la parsimonia litoral.

Pero es que no entienden
Que la única manera de eludir los problemas
Es buscando esa soledad eterna
Que abraza nuestras sombras
Para no tener que soslayar nada más
Que el padecimiento inoportuno.

No hay ningún individuo extraño y odorífero
Que me desahucie de alguna ficción
Ni tampoco un hipócrita enternecedor que quiera ofrecerme su mano
Para tratar de comprenderme
Cuando el precio de tal acto
Es equivalente a millones de disculpas
Que le brindaría humillado
Al ente incognoscible solitario.

No existen reticencias y no existen inhalaciones fastidiosas
Solo un poeta peatón de la más hermosa invención
Ya no se leen carteles de artilugios extravagantes
Ni murales extenuados de pintura grotesca
Ni un poblado masivo de capitalismo
Yuxtapuesto en cosas intrínsecas
De miscelánea quejumbrosa
Con un propósito
Semejante.

Solo existo yo
En mi soledad filantrópica hacia al yo mismo
Porque de eso se trata
De una soledad que si bien le dan una connotación negativa
Resulta ser un mal necesario e imprescindible
Para los susurros de nuestra mente y alma
Que son inquietadas por lo inverosímil
De los hechos reales.

- Franzliche. Chile, 2016.
02/10/2016