RUMOR

Peor que un falso profeta es una falsa profecía,
que se filtra desde el cielo embarazando chismosos,
y depositan en el banco de la rabia heridas frías
que condensan la sangre para coagularla en trozos.

Peor que un labio inerte es el beso envenenado
que siembra un mal precedente sin echar buenas raíces,
y la causa se hace efecto en ex novias infelices
que corrompen el silencio queriendo cargar los dardos.

Vienen con rumores sucios de pasado y descendencia.
Viene a susurrarle a las abejas fulana de tal,
y la propia colmena desmiente sin miel ni clemencia.
Aladdín: creo que alguien se perdió tu mundo ideal.

Si mi senda iba más lejos o no confundí mi rumbo,
o mis alas evolucionaron desafiando el mar,
¿por qué no buscaron otros barcos donde naufragar?
Viajar no es quedarse en las orejas de un cansado Dumbo.

Pueden pisar otros valles, superar las estampidas.
Ser cazador, presa y trampa en entornos más ajenos.
La experiencia es de la madurez lo que el pudor del freno.
El oro a capricho no hizo feliz al Rey Midas.

Soy de los que guarda el sello para desechar el sobre,
coleccionando las cartas que me enviaron por error,
rogándole al mismo duende divino que me cobre
las deudas que sólo el odio sacrificó por amor.

Entiendo el dolor de un remo cuando ve pasar las lanchas.
Comprendo el duro vacío del desencanto temprano,
pero no pidan que acepte el absurdo por algo humano,
inmaculados errores que los otoños no manchan.