Una mañana apocalíptica

Botellas, condones, prospectos,
desechos, papeles, ropa interior sucia,
sangre, sudor, saliva, vientre,
pitillos, monedas, gasolina, tampones...:
restos
¿Restos?
Recorría las calles
a través de sus espacios,
sin pensar, sólo fluyendo;
sábado mañanero,
algo menos apocalíptico que el domingo,
pero apocalíptico.
Sol radiante, olores infinitos,
fiesta, ruido, peleas, bocinazos, gatos,
perros, un viejo, una morenaza
y mi cafetería adictiva,
quizá, quizás la mañana perfecta.
En mi cabeza la voz atronadora:
"Los ociosos a las batayolas..."
Sonrío, otra filia,
cinefilia, eterno Russell
en "Master and Commander";
sigo camino,
peregrino en mi ciudad,
la desnudo otra vez,
la destruyo, la amo,
la deseo y la odio.
¿Restos?
¿Apocalipsis?
No, no es New York
ni estoy frente a Tiffany and Co.
ni es la Quinta Avenida,
pero al lado de la Audrey,
botellas, condones, prospectos,
desechos, papeles, ropa interior sucia,
sangre, sudor, saliva, vientre,
pitillos, monedas, gasolina, tampones...:
¿Restos?
Desde mi Gólgota
observo a las gentes
y sus cruces:
consumir, comprar,
aparentar, desechar,
caer, perder,
luchar, enfermar.
Cual Balzac
embebido en café negro
retomo el sendero
y, peripatético,
prosigo arrastrando mi cruz
... cayendo, perdiendo, luchando...
Alguien me habló del Nirvana:
"Algún día, algún día... llegarás..."
pero yo me quedo
con esta mañana abierta,
soleada y "fea",
una mañana apocalíptica.

Comentarios & Opiniones

María Cruz Pérez Moreno -acnamalas-

Caos adorado.
Interesante paseo mañanero.
Saludos y buen día.

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