La paz en un “passé”

La lluvia repiqueteando en mi ventana,
el insomnio que provoca mi mente acelerada.
El resultado de un cuerpo descansado, que le faltó baile.
Porque es preferible que me falte el aire tras una pirueta, que por la ansiedad de sobre pensar en todo lo que me rodea.
Un día sin ballet, un día en que el cansancio físico es eclipsado por mi cansancio mental.
Y Dios, prefiero llegar cansada, adolorida, de cualquier parte, menos del corazón.
Sentir que aunque sea por unas horas, mis únicas aflicciones son ese “plié” patético por mis tendones cortos. El momento del día en que la estética y elevar más mi arabesque, es lo único en mi mente.
Supieran el alivio, la paz, de poder tener una vida alterna, donde puedo ser otra, donde la búsqueda de la perfección te presiona, pero no te agobia.
Porque si me caigo en el “sissone”, solo me dolerá el cuerpo, pero nunca el corazón.
Y eso, maldición, eso es paz.