El precipicio

¿Te tranquiliza que no haya buscado tapar el dolor?
¿Que haya decidido mirarlo de frente?
Pues yo no cantaría victoria,
que la duda está siempre latente.

Esa nada absoluta, frente a este precipicio.
El que observo día tras día.
Pensando si dejarme caer, cuando me baje la osadía.
O agarrarme de alguna mano que me ofrezca asilo.

Me da la sensación de que preferirían que me aferrara a esa mano, a esas manos.
Aunque fuera malo, aunque fueran malos.
Porque a veces solo me alcanza la energía para sobrevivir
y si me tienen tanta fe tendré que seguir aquí.

La mirada fija en el precipicio, tentada, asustada.
Aunque me haga daño, déjenme aferrarme.
Afírmenme, que no puedo hacerle frente.