La brisa

poema de Flanco.

La brisa no tiene prisa
y siempre sopla y no avisa
viene del norte o viene del sur
del este , del oeste u otro confín
y siempre refresca dadivosa
sin esperar que estés de frente o perfil.
La brisa aliada del viento
que empuja los aires a sotavento
haciendo que la frágil barca vacile,
esperando que esta racha suave
también sople a barlovento
y navegue segura entre los arrecifes.
La brisa te refresca el rostro
y te lo arrebola si es caliente
dejándote muchas veces
con el pelo enmarañado
que te hace ver más hermosa
para quién camina a tu lado.
La brisa del verano en atardecer
tiene su encanto y hermosura
porque hace que tu cuerpo se deleite
haciéndose cómplice furtivo
de quién te mira obsesionado
al comprender que algo tan simple,
logra con ella lo que él nunca ha logrado.
La brisa del otoño y sus colores
nos provoca en un comienzo
haciendo que las hojas de los árboles
te distraigan por un momento
pero me conformo con mirarte
cuando alzas tu rostro hasta el cielo.
La brisa del invierno se convierte en temporal
logrando que te cubras apresurada
y escondas tus encantos a todas las miradas,
sólo mi fantasía te ve sin embargo
corriendo por el prado verde y suave
que hasta ayer tus pies descalzos lo pisaban.
La primavera está de vuelta nuevamente
y la brisa es hoy nuevo tu amiga
adorada por las flores y los abejorros
que te invitan con celosa prisa
para que también recibas presurosa
las caricias perfumadas y puras
en tu bello rostro, haciendo ondear tu pelo
sobre tus hombros y tu piel desnuda.
Brisa se también mi sincera amiga
y pueda estar al lado de ella
mientras corres por las vírgenes praderas
y en silencio extasiado contemplarla
esperando al amor que pronto llega
y sea yo parte de sus alegrías y sus penas.