Mundo suficiente.

El mundo debe ser suficiente,
si todos dejamos de ofendernos,
si todas las heridas podemos sanar,
si un consejo sabemos apreciar.

El mundo es suficiente,
si respetamos los derechos
de todos los demás,
si la libertad deja de ser un ente,
que no podemos alcanzar.

Hay suficiente espacio para todos,
si todos aprendemos a caminar,
comprendemos que no hace falta
correr, si sabemos llegar,
y con prudencia enfrentar
los retos que la vida
nos impone al pasar.

Yo solo juego los naipes,
y me quedo oculto
de la reina de corazones,
que vive para enriquecerse,
aplastando la historia,
a todo el que se le ponga enfrente.

Debemos de una vez comprender,
cuando nos llega el amor,
que la persona que nos acompaña,
también tiene deseos,
que debemos asimilar.
complacer,
respetar,
si queremos una vida enfrentar.
Que no es una simple carta,
que juegas al azar,
ni es solo el materialismo
de Karl Marx.

Hay que entender
cuando una caricia necesita,
cuando necesita conversar,
y cuando una mano
debemos brindar,
sin exigir nada a cambio,
solo por el hecho de amar ,
ayudar.

Le brindaremos la mano,
aunque sea una Bruja de Salem,
Maléfica en persona,
el imperio romano,
aunque te queme en la hoguera,
la Santa Inquisición,
pues a pesar de todo
la tierra se mueve.

El mundo es suficiente,
es el perfecto y bello lugar,
dónde crece una rosa,
si la sabemos sembrar
sin que la naturaleza se oponga,
si es hermosa al final.

Dónde no hacen falta
estúpidas guerras,
ni sofisticadas armas probar,
no hay drones ni personas
para matar.

Solo necesitamos.
aprender a besar,
a extrañar,
a cuidar,
a ayudar.

Y todos seremos Africa,
cuando la quieren saquear.
nos volveremos negros
cuando los quieran discriminar.
Palestinos seremos,
si los quieren asesinar.
mujeres renaceremos,
si las quieren violar.

Porque para vivir y amar,
no hace falta sobornar el alma,
ni para besar es necesario
vender el sexo sin sentimiento.

Y cuando me sienta
agredido,
con miedo,
herido,
ahí estarás tú para hacerme sentir
salvado,
amado,
importante,
mejorado.
Porque nunca extrañaré
a la reina de los naipes,
ni su mirada orgullosa.
Me basta con mantener
la sonrisa siempre en tu boca,
ya sea en el manso caudal del rio
o en la cima agreste de los Alpes.

Hagamos que este mundo sea
el lugar perfecto para recomenzar,
al final nadie se morirá
porque le sobre amor.