Cómo cada noche

Cómo cada noche.

Afuera la clara luna se empeña
en iluminar la noche,
para no dejar que la fria oscuridad,
nuestras almas errantes apague.

Todos los días para mi es lo mismo,
en la noche una vez , en otro milenio,
te conocí, cansada tú de recorrer
la misma calle, dando amor por dinero,
cansado yo de deambular,
con mi fracasada alma a cuestas,
con todo un bar bebido de más encima.

De la calle un día me recogiste,
un día en que mis vicios y excesos
sobrepasaron los límites del cuerpo,
y no me quedaba nada,
solo un inmenso desierto, un vacío,
que llenaban mi mente de desprecios.

Sin pensarlo, a tu cálida casa
me llevaste, tu hijo pequeño lloraba,
no había nada en la alacena,
en la nevera el agua era reina,
pero tú mano me tendiste,
en el viejo sofá incómoda dormiste,
para brindarme tu manta y tu cama.

Los días pasaban , cada noche
siempre en esa calle te encontraba,
buscando el sustento y tus sueños,
queriendo salir de tu pequeño mundo.

En la fria madrugada , cuando terminabas,
Y solo vagabundos en la calle quedaban,
a tu casa en las afueras te acompañaba,
un poco de comida caliente, me brindabas
y una conversación sincera nunca faltaba.

Una despedida y un " Mañana nos vemos "
mi desgraciada vida alegraban,
de esperanza me llenaban.
Mi pobre vida ,contigo,
el diblo espantaba.

Y si yo fuera el indicado- pensaba-
Pero siempre del valor carecía ,
hoy si, -me decía-
pero al instante mi decisión vacilaba,
tu solo me mirabas, y yo,
yo solo pensaba que serías mía, algún día.

El peligro en tu trabajo se hacía evidente,
hombres despiadados , prepotentes,
no tienen nada , solo dinero y egoísmo,
un ramo de espinas sin rosas solo son.

Están ahí, te usan , tienen tu sexo,
se quedan solo para en el carnaval.
Más luego, sólo eres el desecho,
de su mente torcida y medieval.

Cada noche, cada noche,
es para mi lo mismo,
una esperanza, todos mis sueños,
la fría calle, tu casa, la luna y tú.
mis miedos, la confianza, solo tú.

Un dia, de esos que el valor me asalta,
que con dosis de utopía pensaba
que podia yo solo cambiar el mundo ,
que tu amor era mio,
que envejeceriamos juntos,
ese día, compré flores y me decidí,
acopiando todas mis fuerzas,
en un segundo,
me decidí a besarte.

Salí, igual que cada noche,
a la calle dispuesto a encontrarte,
a todo mi amor confesarte.
Aunque en ello me fuera la vida, el estandarte.

Pero esa noche mucho esperé,
cigarros devoraba uno tras otro,
impaciente hacia todos lados miraba.
Un sordo sonido de sirena de ambulancias
entristeció la oscura noche.
las flores de mi mano escaparon,
Y un ser alado, el más feroz, pasó por mi lado,
mis sueños y mis ansias sin dueña quedaron.

Como cada noche, como todas las noches.
Nunca llegaste.

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