Borradores de recuerdos.

Estoy parado donde me ves,
delante del tiempo,
atrás queda una vida
al derecho y al revés
Por delante un destino
que se muestra irreverente
cómo un campo abierto,
de guerra, el frente.

Cómo cientos de caballos
salvajes, galopando
escapados de su marcador,
así siento los recuerdos.
Un misterioso borrador,
se empeña en querer
desaparecerlos como aquellos
villanos de la historia ,
unos monstruos,
la vida de contrabando.

Pero sigo aquí,
cierro los ojos
para detener a los corceles
que en estampida,
mis recuerdos, mis sueños
arrastran al país del olvido,
devolverlos a su establo,
pintarlos con mágicos pinceles,
en un bello pero inofensivo
cuadro , convertirlos.

Por un minuto, medito,
desaparecerer quisiera
a esos malditos
borradores de memoria,
creadores del silencio infinito.

Que sería del hombre
sin recuerdos,
un papel estrujado
en un enorme basurero,
Romeo sin Julieta
del alma el desespero,
un vampiro
dirigiendo un banco de sangre,
la música country sin sombrero.

Estaré esperando,
en mi espacio y mi tiempo,
queda mucho por hacer
enfrentar al olvido,
la vida no puede ser solo correr.

Así que desde mi posición,
solo deseo verte,
en mis recuerdos solo
bailas,
al compás del viento.
Esa imagen perdurará
en los más difíciles momentos,
es mi escudo contra
los malvados inertes.