APRENDE A VIVIR

Te debes a otros, comenzando por tus padres,
Cualquiera que sea tu relación con ellos.
No eres superior a nadie,
Todos vinimos a este mundo a buscar algo
Y eso nos hace únicos pero no superiores.
Cuando tengas una experiencia definitiva en tu vida
Piensa al modo budista,
Que cada final es un nuevo comienzo.
Respétate como a nadie
Para que puedas respetar el mundo en el que vives.
Respetarse es hacerse cargo de si mismo.
Debes aprender a hacerlo
Lo más pronto posible
Para evitar conflictos con otros.
Respetarse también significa
Incorporar la disciplina a tu vida,
Como por ejemplo
Levantarse y acostarse a una misma hora
O ser puntual en todos tus compromisos.
Tu palabra debe ser como un templo de tu vida.
La disciplina crea hábito y ritmo.
Busca algo en la vida que te defina
Para que esto te de identidad y con ello felicidad.
Se puede perder y sin embargo ganar.
No todo en este mundo es para tí,
No importa que tan bueno seas.
Además no lo necesitas.
Cuando la corriente del río de la vida
Es superior a tus fuerzas
Debes fluir con ella.
No luches tercamente con aquello
Que no puedas controlar,
Son batallas que desgastan,
Que nunca dejan nada más que desazón o estrés.
El desapego de las cosas
Materiales o emocionales es madurez.
Habla claramente
Para que la gente conozca
Exactamente tus pensamientos y emociones.
Saber expresar lo que sentimos
Es algo maravilloso
Que te provee de mucha paz interior,
No importa el resultado que esto provoque.
Si amas a alguien díselo,
Así lo veas todos los días
O una vez cada tantos años.
Cada instante de la vida es precioso
Justamente porque es único e irrepetible.
Vivir el presente es parte del arte de vivir bien.
Se justo con tus sueños,
No los dejes a medio camino,
Ellos son parte de tu historia.
Finalmente, practica diariamente estos tres principios:
Gratitud, humildad y compasión.