El fondo

Será este el fondo?
Es sentir un dolor que te deja sin respiración, como si el corazón luchara por latir mientras es apretado por pesas de una tonelada.

Es que las palabras que no son dichas por la voz estrangulan la garganta.

Es escuchar gritos agonizantes de pensamientos aberrantes.
No cualquiera está cubierto; a mí me toca la fría oscuridad.
Y, aun así, estoy eligiendo estar acá.

De vez en cuando se asoman rostros que miran desde las alturas; me demuestran su agrado, pero al paso del escalón parecen perturbados, aterrados por mi ser.

No quiero ser lastimado; al menos, con poca visibilidad soy de su agrado, y los pensamientos aberrantes son atrapados en mí y no reflejados por sus bocas.

Estoy eligiendo estar acá.
Porque estoy acostumbrado a vivir sin mucha luz.
A distraerme jugando a la vida.
A soportarme.
Me aterra la salida por la escalera, vertiginoso trozo de madera desgarrado por la humedad.
Y si, después de tanto esfuerzo, caigo al mismo fondo, o a otro diferente, más oscuro, más profundo.

Al menos, desde acá ya sé sufrir y respirar al mismo tiempo.
En silencio, me pregunto mientras me deslumbra la luna,
la misma luna que ven los de arriba.
¿De qué me pierdo yo? ¿Más que de otra agonía?