A mi dulce hermano, dolor amargo

Fue un veintiséis de octubre
a las cinco de la tarde
entre mis brazos tu ultimo suspiro
y en mi alma lo clavaste,
pues tu hermana y sobrina
monse y maría del carmen,
estaban también junto a ti
juntas todo el tiempo besándote.
El dolor más grande
que yo en mi vida he pasado
un dolor tan inmenso
un dolor desgarrado.
no tengas miedo mi hermano
que siempre estaremos a tu lado.

A Dios le pido llorando
que en mi pena me acompañe,
que su madre dolorosa
con amor me desampare.

Tú no te has ido
y en mis sueños estás, siempre a mi lado.
aquí en tu casa donde tanto te queremos
es un altar donde tu recuerdo adoramos.

Tus hermanos junto al mío
unen su llanto,
cuando contemplamos tus retratos,
como una niña llora tu madre sin consuelo,
y en su pena con su llanto tan amargo.

Siempre vivirás en mi corazón
en este sentimiento tan grande,
eres mi única pasión
y el lucero que me aguarde.