Pobre hablante
poema de Ezequiel Cortázar.
Lluvia ocular que mi habitación inunda
Hilo de luz que a mi cabeza no alumbra
Tristeza arrebolada, me pudre de hastío
Brisa estival que ahora me da frío.
Miro al techo, pienso en el acaecido daño
Creo que soy el mártir de este cruel engaño,
Y mientras el liquido rebaño sale a pastar
Pienso, y al techo no paro de mirar.
Ahora las rosas mentales yacen marchitas,
Y el músculo se quiebra, pero no perece,
Inertes mariposas se hayan en mis tripas,
Lo que algún día hubo, hoy desaparece...
Comentarios & Opiniones
Aplausos por tu interesante obra, me gustó. Saludos y buen fin de semana.
Saludos y felicidades por su buen arte descriptivo con sentimientos expresados claramente en buen estilo.