crónicas del absurdo

Vida inexpresiva y violenta como el silencio tragicamente solemne, placida tortura en el panteón de los recuerdos vulgares de un inerte. ¿Autoestima de insecto?, ¿ambiciones de un cerdo?, ¡raquítica humanidad!, cuya debilidad es explicita ante la idea de revolcar su moral y consumir el cáliz obsceno de una mujer en el convento, oscura desviación ante el pecado capital y las ansias de probar la desnudes de su cuerpo, esclavo del narcisismo escupo sobre el dilema de aquellos hombres inexpertos, pues exquisita es la intimidad ante las parodias matrimoniales que divagan entre la crueldad del masoquismo y la abstinencia de lo perverso,

๑۩۞۩๑Evans Infernus๑۩۞۩๑