A él, que no me olvida.
poema de Eva Torres
Continuaba caminando por el pasillo
con un enorme peso sobre mí;
sin luz, sin fuerza
y con dos ojos observándome
sin perderme de vista.
Me miraban sin preocupación,
o eso he de creer.
La curiosidad de su mirada me atrae lentamente.
A medida su curiosidad aumenta,
su tiempo más se detiene,
sus sentimientos salen a la luz
mostrándome el camino.
Sus recuerdos lo acechan,
su nostalgia lo invade;
intenta camuflarlo desviando su mirada.
Aún así, lo he descubierto:
No ha logrado olvidarme.