A esa mujer que admiro
A la niña... callada, retraída, abusada, quizás un poco tonta.
A la adolescente... entusiasta, creativa, nuevamente abusada, quizás un poco tímida.
A la joven... rebelde, orgullosa, condenada, quizás mal hija.
A la esposa... sumisa, dependiente, juiciosa, quizás un poco cobarde.
A la madre... miedosa, sobre protectora, consentidora, pero sobretodo amorosa.
A esa mujer, que ha fracasado, caído y derrumbado, no una, si no muchas veces.
A esa mujer, que fue alguna vez, guerrera, migrante y a la vez indomable.
A esa mujer que ahora camina sola, yo la admiro... No ha perdido el fuego de su mirada, el brillo de su sonrisa, ni la rebeldía contra el sistema.
Se levanta cada día, prepara el desayuno de su hijo, lo lleva al colegio, luego se va para su trabajo y da lo mejor de sí... Claro, a veces se cansa, se estresa, llora... Pero, sabes que es lo más hermoso que tiene ella, su perseverancia, nunca se rinde.
A esa mujer, no sólo la admiro, sino que estoy orgullosa.
De mí, para mí...
Autora: Nubia Esperanza Verdugo.
Fecha 04-01-2025
Comentarios & Opiniones
No hay más grande orgullo que por una madre ejemplar a prueba de todo, porque de ese modelo surge el verdadero triunfador de la vida.
Cordial saludo y felicidad en este año nuevo 2025.
Y hasta siguiente publicación.