REGALOS DE AMOR Y DE VIDA

Mis hijos son jovial milagro divino
que en aciagos momentos de desconsuelo,
me alientan,
me animan,
me rebosan,
llenándome de vida.
Son la dulce iluminada respuesta
que mi existencia busca y encuentra
cuando me azotan torbellinos de dudas,
inseguridades,
soledades y penas.

Mis hijos son remanso de luz y paz,
invaluable belleza con la que, la vida
y el único Dios de la belleza y la alegría,
han premiado mis trabajos,
mis esfuerzos y mis luchas;
mis fatigas, mis desalientos y mis anhelos.

Mis hijos son BENDICIONES DE DIOS.
Son sonrisas la vida y la vida misma
de mi amante compañera: mi María Estela,
quien me los ofrendó como regalo,
entrega incondicional,
compromiso;
como idónea alegría;
hermoso gesto de su amor inconmensurable.

Mis hijos son milagro,
riqueza,
ternura.
Son mi existencia plena;
préstamo divino,
presencia de DIOS en mi hogar y en mi vida;
templos e Imagen del Divino Creador,
quienes iluminan mi vida con su luz,
sus alegrías y sus sonrisas.

Mis hijos:
Herman José y Dulce Laura María,
son mi TODO.
Son mi invierno,
Mi otoño
Mi verano
Y mi primavera.

Mis hijos
Sin ser pertenencia nuestra,
son míos y de mi esposa.
Mis hijos son enteramente de ellos.
Son Pequeños pájaros animados de libertad plena
que mañana volaran llenos de vida
en busca de la fuente de la misma vida:
Dios-Amor
quien me presto por unos años
la belleza de sus existencias,
para que, con mi esposa,
nutramos nuestras sabias y raíces
con sus esperanzas,
sus ilusiones,
sus sueños,
sus proyectos,
sus alegrías,
sus sonrisas,
su juventud
y la inocencia de sus almas puras.