Aguas saladas, gotean de la luz en tus ojos.

Fuente Literaria

Sigo los pasos, ante el camino extraño. Refleja un mundo poco realista.
Me he dispuesto a corretear fantasmas, cuyos vientos pasan sin oírse.
Revelo a mi conciencia del poder juzgarme, y mi verdad cuestionable.

Es el inmenso panorama del espacio, una hermosa impresión de ser sorprendido
Bajo la visión celeste de una estrella fugaz que se pierde entre los oscuros cerros.
Mística visión, se repetirá en mi sueño. Mujer luminosa, tierna y transparente.

Altivo, sigo viajando hacia la muerte, nadie me detiene, todo, son espigas en el tiempo.
Aquel, calor olvidado, recuerda las calles de tu pueblo. Años después.
Es un lugar enmascarado, donde se ha de escarbar la vida y reconocer algún rostro.

Son trazos de sombras que imagina el tiempo, en lugares superpuestos, años después
En un arroyo de tiempo, ignorancia y sordera. Son vagos recuerdos.
Es la suma de un camino de imaginación, para siempre enmascarado. Acecha de continuo.

Busco, hasta que puedas comprender, que se puede comprender, lo mismo de otra manera.
Hasta el frio y la oscuridad, me desalienten. Es mi rostro final, me llevo otro rostro.
Espero, el brillo de tus ojos, le regala al viento su hermosura en un rincón desolado. Es decirte Adiós.

La música de la sirena, se hace sentir en el barco. Es medianoche, solo la luz de tus manos
Es la alegría de tu refugio, en la sal al mar, nudo de sirenas, a la espera del sol, la muerte.
No existe en este mundo. Es, decirte Adiós.

Emiro Vera Suárez, 14, 12, 2019