Ceniza

poema de manossinrimas

No había sentido la huella de un asesino cerca hasta el momento en que toque mis dedos largos cansados del destino. Soy ahora una presa de lo que han obligado a convertirme. Asesiné a un ser querido, asesiné a la mujer que mas amó este cuerpo. Su esencia me abandonaba tan lentamente que me dolía el rencor con el que se iba “No puedes deshacerte de mí como del humo de los cigarros a los cuales eres adicta”. Ella susurraba esto como una premisa, sin embargo; no murió con palabras dignas de lo que fue.
Ella estaba muerta y yo no creo en que el alma sobrevive a la muerte del cuerpo. Sin embargo ella creía en un plano espiritual más allá del plano terrenal. Ella era una mujer de sueños retorcidos desde mi punto de vista, quería volar, a veces deliraba acerca de hablar con animales como una especie de cenicienta del siglo XXI y tal vez fue por ello que al final se fue en un tumulto de cenizas.
En cada curva dispersa de su cabello estaba un deje de poesía, ella llevaba el poder de la poesía en su cabello y yo tengo el poder de la muerte en mis manos.

Maté a una mujer que irónicamente no hablaba de la muerte. Y yo sé que en lo profundo de ella la muerte le aterraba. Sus dedos eran frágiles y huesudos, presionaban con tanta fuerza mis muñecas en busca de que quitara mis manos de su cuello, podría decir como oscura metáfora que su voz se permitió abandonarse entre mis manos.
Hoy mientras fumaba mi primer cigarro del día, mientras el humo se esfumaba entre el cielo, se diluían los recuerdos del funeral de esta dulce mujer victima de quienes me regalaron esta alma de asesina. Porque he matado violentamente a quien alguna vez fui, asesiné a quien era dueña de mi actual cuerpo. La mato su inquilina, sin embargo; abandonó este mundo con ganas de volver

Comentarios & Opiniones

Aldebarán

Sencillamente brutal... Es una reflexión super realista para los que vemos el mundo desde otra perspectiva. Mis felicitaciones. Morir y renacer en estados de conciencia. Saludos.

Critica: