glorias pasadas
poema de El dragón humeante
El viento exige demasiada atención,
desde que te fuiste los árboles son de piedra.
Basta pensar en el rubor de tus pómulos
para saber que el mundo se esta desmoronando.
Las hojas abusan de su eternidad,
recuerdan la prisa de esta insignificante vida.
¿por qué tiene que ser así?
¿por qué no pudimos apagarnos como las estrellas?
No hay principio ni final, ni pasado ni presente,
libros viejos que se humedecen,
que enmohece las voluntades más feroces.
Agua que se diluye, vientos que me destruyen.
Comentarios & Opiniones
Un placer pasar. Saludos cordiales
Dragón un gustazo leert