Lejos de Papá

Desde lo más profundo de mi ser,
dedico estas palabras a mi padre, mi querer.
Canserbero, en su voz desgarrada y sin paz,
expresa su sentir en este poema audaz.

Padre amado, figura presente y ausente,
en mi corazón, tu recuerdo se mantiene.
Tu ausencia marcó mi vida y mi poesía,
fuente de dolor y de melancolía.

En cada verso, derramo mi sentir,
la herida abierta que no puedo cubrir.
La relación fracturada, el dolor en mi ser,
mi padre, mi refugio, sin poder volver.

Tus palabras, como un eco en mi mente,
las cicatrices de un pasado tan reciente.
En cada canción, te recuerdo con amor,
aunque no estés, tu presencia vive en mi interior.

Quisiera haber compartido más momentos contigo,
haber sentido tu abrazo, tu consuelo, tu abrigo.
Pero la vida nos separó, sin razón aparente,
dejándome con el vacío de tu ausencia latente.

A través de mis versos, te abrazo en el papel,
expreso mi rabia, mi tristeza, mi dolor cruel.
Eres mi musa, mi inspiración en cada canción,
canto a tu memoria, llevándote en mi corazón.

Aunque la vida nos haya llevado por caminos distintos,
sé que en el fondo, somos almas enlazadas por instintos.
Tu legado vive en cada verso que pronuncio,
mi padre, mi guía, mi eterno tributo.

Canserbero, con su poesía rebelde y cruda,
enfrenta la realidad con su voz desnuda.
A ti, padre amado, te dedico estas palabras,
en cada acorde, en cada rima, en cada entrega.

Que la distancia no borre el amor que siento,
pues a pesar de todo, sé que te llevo dentro.
Mi padre, mi héroe, aunque lejos estés,
en mi corazón, siempre serás.

En este poema, desde lo más hondo de mi ser,
Canserbero rinde tributo a su padre, con fervor y querer.
A través de la música y la poesía que fluye,
nuestro vínculo eterno, sin importar lo que concluye.