Mi carma
Me cargó en sus hombros
Me abrazó con su gélido aliento
Busqué la salida en mil intentos
Y entonces tropecé con mil escombros
Me miraron sus ojos como brasas
Como estrellas de amor que fueron falsas
Cual inusual expresión que ya no nombro
Me sentí helado y muerto
Como descolorido aliento en el olvido
Con un pedazo de silencio que viajó conmigo
Al último rincón de los infiernos
Caminé y mis pasos se quebraban
Como hielo fragil se desintegraban
Durmiendo y a la vez despierto
Era ella, por momentos la veía
Como presentes secuelas de abandono
Que trazaba sus rutas por el lodo
Y detrás de mis pasos la sentía
Era ella que venía detrás
Con sus mudas armas a arruinar mi paz
Con feroz maldad me perseguía
Abrió sus fauces me quizo devorar
Trajo hacia mí la tempestad
Sembró sus espinas en mi huerto
Mi carma se llama soledad
Y por ella me siento medio muerto.
Comentarios & Opiniones
Felicitaciones hermosa obra, bien estructurada, lenguaje claro, un placer la lectura. Saludos.
Me duelen tus bellos y desconsolados versos. Cordiales saludos.
Bella obra, cargada de emocion gracias por compartir