REPRIMENDA AL DÉSPOTA
Ufánase usted de dominar el verbo:
rastrero, rabioso, procaz, astuto.
Ignominioso paladín del sermón brumoso;
bravucón innoble que con su venenosa labia
empuja al obtuso pueblo a su fatal destino.
Utópicas elucubraciones, paisajes dantescos, unicornios briosos,
resuellan en su alucinada mente:
islas de lumbre se desatan locas
bajo el hiriente sol que lo abrasa todo,
excitando, infame, a la turba inerme.
Ungido incendiario, atropellado, abyecto,
retírese de mi vista que el mirarle duele;
invítole a clavarse su aguijón, vil fiera.
Basta falso Mesías de embaucar, le ruego;
ególatra infumable, ave rapaz, áspid del hades, su discurso hiede.
Usurpador colérico que con su voz lastima,
réquiem imploro por su ominosa alma.
Idolatría cerril que a la razón se escapa,
bufan las masas a su favor, ¡qué necios!
Edecán de Leviatán de gélida mirada, disípese como si fuera el viento.
Comentarios & Opiniones
Buena y categórica reprimenda. Ha sido un placer leerla. Un saludo
Keyra: Me place su visita. Saludos.
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