Noches de madrugada.

poema de Edwin Paul

Anoche, el viento hiriente
trajo la dulzura de tu rostro,
coaguló nuestros sueños
y desde un murmullo de árboles,
tu figura, la de cada sueño,
la vi venir entre sombras…
Inmenso candor flameante,
sensibilidad dolorosa
y un futuro oscurecido,
tiempo de distancia
se posó en mi cabaña,
aquella, también soñada…
Mi mano cogió la tuya,
las estrellas se partieron,
el alma negó el desfogue
en un derrotero al viento,
cada vez más negro,
cada vez más cercano…
La sensación del desapego
negando lo inevitable,
urgiendo a olvidar,
pero seré desobediente
y te amaré más,
insistiré que mi sueño de playa
siga siendo contigo,
y volveré a besar tus piernas,
me quedaré en tí
y tú tan inmóvil,
no importa si la noche enmudece,
no importa si muestras noches
comiencen de madrugada.

Comentarios & Opiniones

Karencita García

Que murmullo más hermoso, hermosa manera de describir un recuerdo.es un gusto leerle.

Critica: 
Edwin Paul

Oh, gracias por tu apreciación, bendiciones siempre a la distancia.

Critica: