Mi poema te volvió a desnudar.
La noche llega contigo en la tiniebla,
tus pies dibujaron amor a la muerte de una ola
y por magia, la distancia se contuvo…
Son los sueños dando significado
a lo que aún no hemos vivido,
es la miel de fresa de tus labios
y tus latidos de temblor dentro de mí,
que al embriagarme, muero y vuelvo a vivir…
Me asusta tanto tu amor, que mi respiración
es una farola lanzando colorines a mi alma,
es despertar y no saber dónde has quedado,
¿dónde habrá quedado el último sueño contigo?,
pero caíste esta noche desvestida
donde ni una sola estrella salió,
solo el lucero impregnado en tu mirada
iluminó toda la extensa orilla…
Mi ansioso ser soñador no quiso despertar,
quiso quedarse a contemplar tus bordes
que como figura de arcoiris me cegaron,
así mi poema te volvió a desnudar,
y dormí creyendo que ya te había tenido.
Edwin Paúl ®