Cero tres

poema de Edgar James

mientras atrapo mis manos

mis ojos comienzan a temblar

las cuerdas que me atan

no dejan de apretar

y el ruido de mis miedos

no deja de sonar

me siento frente al televisor

apago el sonido de la naturaleza

siento el dolor de aquello que quiero olvidar

enciendo el televisor y me vuelvo a atar

cierro mi boca

abro mis ojos

me desprendo el corazón

inerte

dejo pasar las horas

ya es tarde para volver atrás

es hora de comenzar a llorar

todo el tiempo que he perdido

todo el tiempo que no volverá

ya te riés

ya me enojo

ya no queda ningún rastrojo

busco en mis ideas

no encuentro nada

mi mente vacía

el ruido de mis miedos

no deja de sonar

y las cuerdas que me atan

por fin

dejan de apretar