La amiga de la que me enamoré

Amiga linda, princesa hermosa
te conocí enamorada, comprometida
y jamás imaginé una cosa
que alumbraras radiante mi vida.

Por un obstáculo nos distanciamos
creímos que era un adiós definitivo
mas tiempo después reencontramos
como la leona y su cachorro cautivo.

Platicamos, como viejos amigos
nos contamos nuestros problemas
sentí mucha confianza contigo
que decidí escribirte un poema.

Mi niña, inteligente y bella
eres aquella dulce doncella
una hermosa y lejana estrella
que su belleza destella intensa.

Tus ojos, dos faros luminosos
que dirigen mis embarcaciones
llenas de sentimientos tontos
combinadas con locas pasiones.

Por ti ya siento gran cariño
y lo lograste en poco tiempo
como en su fiesta aquel niño
que desenvuelve regalos contento.

Tu cabello, tu cara, tus ojos, tu boca,
la más alta expresión de belleza
que la misma Afrodita se invoca
envidiosa de tus labios de fresa.

Tu cuerpo, tu figura, tu silueta
vitaminas que me han inspirado
que de pronto me convierto en poeta
y en papel mi sentir he plasmado.

soy duro por fuera y blando por dentro
como un insecto que sube a la espiga
que todos los días mueve el viento
para protegerte siempre mi dulce amiga.

- Edgar Brito "Pitirijinhas" (noviembre 2014)