Soneto a una vikinga

Me fulmina con mirada dorada
de cara pícara y ojos turquesas.
¿Será que me envía agudas certezas
sobre mi pasión dejando intimidada?

Metafísicas son sus ligerezas,
que a una imaginación deja parada.
Por un ente divino está invocada
aunque en mí despierte las bajezas.

¿Qué ocurrirá si con suma gracia
mi verbo se convierte en acción
y mi pensamiento en dulce fatiga?

¿Es que acaso es un truco de magia
o una tragicomédica canción
que te puedas convertir en mi amiga?