Las garras de tu Belleza
Soy un paisaje solitario
Un valle sombrío
Que se enciende al ver tus ojos,
Al escuchar la sinfonía de tu sonrisa
Y embriagarme con el vino de tu mirada…
Y me enciendo
me absorben las garras de tu belleza
una belleza intangible,
intangible para mis manos,
tangible para mis ojos,
pero, al fin y al cabo:
¡intangible para mi tacto!
¡ah!, mujer…mujer que ha salido de mi carne
De mi cerebro,
¡ah!, mujer…te siento tan cerca,
Tan próxima,
Como si en algún lejano pasado
Tú y yo nos hubiéramos amado…
Quizás en una vida anterior
Haya yo sido parte de tu cuerpo
Y tu intelecto…
Así lo siento,
Y puede ser probable
Que este amor latente dentro de mi espíritu
Sea el presagio de una vida futura,
Una vida deslindada de esta conciencia
De la que ahora soy preso,
A la que ahora debo rendir cuentas
Y pagarle mil y una deudas…
Conciencia que morirá,
Y dejará una vacante
Para que se apodere de mí otra nueva conciencia
Y me arrastre a ti,
Transformada en nueva carnalidad
En nueva forma metafísica,
Pero siempre con un único destino: Yo.
Comentarios & Opiniones
Gracias, estimado Joel, un gusto para mí! Tenga la certeza de que me pasaré por vuestros escritos!
Hermosa obra, plena de amor de ternura, donde el poeta se desdobla para entregar toda su pasión, un placer visitarlo, saludos cordiales, linda noche.