Relatos Toscos: Ricardo Anónimo (Parte II)

Los presentimientos tienen exactitud casi científica, van contra estadísticas y matemáticas, como el hecho de que un mal paso al inicio derivara en una próxima cita , teníamos la ciudad más cercana a hora y media , no sería algo tradicional , sin cines , sin restaurantes , sin escenas clichés de miradores ni contemplación de las estrellas , el ambiente de esta historia tenía una acritud particular , estábamos rodeados por pinos canadienses, mereyales y pueblos tristes, por otro lado , la exposición debían ser las mínimas necesarias , todo tenia que ver con el ámbito laboral y tus habitaciones eran sólo una extensión de la oficina, nos convocaba el secreto .Para encontrarnos elegimos un pueblito lúgubre y una cervecería improvisada en él , las mesas de tablas expedían esa esencia de la madera pútrida, era un área a los sumo de cuatro por seis metros , protegida por rejas pintadas de azul brillante, una jaula es el sitio menos ortodoxo para cualquier cita , pero alli estábamos , con sólo dos botellas de cerveza separándonos y esa música que aun hoy vuelve en forma de pesadilla para atormentarme , la mirada de Ricardo no parecía distraerse , pude precisar cada trama de su iris amelado y con detalle la pupila contraída con cada cambio de intensidad de esos bombillos de luz amarilla, esas mismas voces que me incitaron al primer paso, me indicaban que no buscara con apremio la ocasión del beso, el desasosiego era yo , su piel pálida al extremo contrastaba con los labios encarnados. Vislumbré al instante una conexión mas firme que la de su mirada, era la comodidad con la sátira sin importar la circunstancia, criticando desde al gobierno hasta los personajes de farándula, no paramos de reír, en casi toda las escalas del sonido. La misma discapacidad que tengo para recordar fechas , se parece , en magnitud, a la que tengo de hacer dos cosas a la vez, mi padre dice que se trata de un cerebro de hombre , que a parte de la barbilla maquiavélica , es lo único que tenemos en común , pero ese día, en particular , podía conversar casi sin respirar y al mismo tiempo reproducir en mi mente la trayectoria de las venas verde tierno de sus manos, imaginar a donde y que eran capaces de hacer , mi interés en este hombre me desborda en talentos, los bombillos parpadeantes, por la energía eléctrica escasa, anunciaban peligro y la hora de marcharnos y otra vez llegaron a mi esa vorágine de pensamientos , todos enfocados en hacer un cierre de jornada que diera pie a una segunda, los planes iban desde un beso en la frente hasta explorarnos en la cama, finalmente en el portal, el beso llego inusitado , tras un episodio de risas y miradas señalaban la intensión que ahora nos pertenecía a ambos , me descompensaba en cada paso de baile que daban nuestras lenguas acompasadas. Fue el principio, talvez no de la historia de amor perfecta, pero si de la que te hace sentir que no eres el personaje de ninguna otra, estaba cómoda, entrenida y estimulada en todas las etapas que abarcaba este comienzo nuevo. El tiempo acompañó las pasiones del inicio con la profundidad de las adversidades, con el sexo menos exploratorio y mojigato, el premio fue vergüenza suprimida que no sólo te deja las entrañas trémulas sino que se transfigura en intimidad. La vida para nosotros tenia una sola escenografía , ese limitado campo residencial donde todo giraba alrededor de la empresa, donde todo estaba regulado, incluyendo las libertades civiles , inaceptable a mi juicio, nunca he podido decidir que tiene el efecto mas devastador , si la censura o la autocensura, cuando Ricardo llegó a mi vida , había sobrevivido a duras penas a la etapa de apología al lider del proceso político , asuntos que logre resolver con confrontación, evasivas y humor negro , si alguna vez pensé en mi misma como un fenómeno incontenible Ricardo logró cambiarlo, convenciéndome de bajar los niveles de mordacidad , este hombre dejó de ser anónimo, su apellido fue luego tan familiar que se incorporó a mi nombre , pero las historias de amor no son la sinopsis caricaturizadas que las novelas rosas presentan , talvez por el poco parecido que tenemos con los protagonistas, el relato no está completo sin los retos que decoloran a esos corazones levitante e imaginarios que bailan alrededor de la cabeza de los enamorados, las barreras tardaron poco en llegar..