REFLEXIÓN.

poema de decadent

Junta a la cálida companía de mi perro, mirando sus ojos que brillan tras el fantasmal desecho de un cigarro, pienso.
Que hubo antes y que hay ahora, quienes se han ido y quienes, con testaruda determinación, han elegido quedarse.
No ha pasado tanto y aun así he vivido mucho, mi pasado me persigue y alguna que otra noche me encuentra, solo, aburrido, cansado.
Fueron buenos aquellos días donde las mañanas eran largas y las noches suspiros y los amigos eran todos y el sueño no pedia permiso. Un recuerdo viene a mi y me saca una sonrisa y de pronto otro que me aborda hace que mi corazón lata de prisa.

Recuerdo aquel muchacho que miraba a las estrellas y sentia que la magia vivía en todas ellas, ese que se preguntaba sobre que se posaba la luna y adonde se iba el sol cuando caía en la distancia.

Envejecer pasa de prisa... un día eres un ñiño y al otro das tu primer beso, ese que no se va nunca. Despues llega el amor y uno se olvida de la luna, del sol, de las estrellas y solo tiene ojos para aquel que lo embelesa.
Luego el o ella se vá y en busca de consuelo se vuelve a mirar el cielo pero... ya no brilla como antes.
Tal vez eso sea vivír, un tira y afloja, tensión y reposo, caerse y levantarse sacudirse las plumas y empezar de nuevo.

No se... quizas me prenda otro cigarro.

Comentarios & Opiniones

ÁNGEL MENDUIÑA IRIBARREN

Justamente eso que planteas creo yo que es vivir: tensión reposo caer, levantarse... Pero aunque todo se repite, las ilusiones ya no se viven igual con el paso del tiempo. un abrazo.

Critica: 
decadent

Las primeras veces siempre son las mejores Angel. Un abrazo.

Critica: