Raices errantes
Amamos tanto el caminar, que nadie es oriundo de dónde dice ser.
Amamos tanto el andar,
que nuestro arraigo es más al caminó.
Entonces, somos de la tierra de donde nacemos,
de aquella que acoje nuestra memoria; vivimos para ella.
Aunque nuestros ancestros creyeran que amariamos las suyas,
que un lazo histórico nos ataría a sus huestes.
Por eso, en el conflicto de la identidad;
somos de aquí y de allá,
como el abrazo de dos mundos.
Sin embargo, se revela en cada paso
que nuestra cueva está más adornada, porque en su interior cuelga la nostalgia y los amores.
Porque allí se aloja el corazón.
Entonces somos más de aquí,
y la pertenecía
se vuelve la existencia misma.
Entonces somos del lugar dónde respiramos primero, del lugar donde hacen eco los latidos.
Entonces le llamaremos patria, entonces le llamaremos hogar.
Comentarios & Opiniones
Caballero, un gusto la lectura de vuestras letras.
"somos del lugar dónde respiramos primero, del lugar donde hacen eco los latidos."
Un cierre que eleva.
Reciba cordiales saludos.
Siempre más inspirado por su comentarios. Saludos cordiales.