Cándido Refugio

poema de mendigo

Denodadamente han surgido alivios en mí,
una solución intrínseca que nace cuando te miro.
Una sensación inmensamente pacífica,
cuando te noto;
una acomodación de la diástole,
cuando te toco.
Denodadamente has surgido y estás en mis adentros,
resolviendo mi incertidumbre;
mientras yo, cándido,
me recuesto en tu pecho
y pienso,
este es mi hogar, este es mi destino.