XY

"Dos horas esperando,
dos minutos más,
nos vamos..."

Miras en el cielo
algo que te preste luz,
miras en ese punto que encontraste
el rostro de un ángel
que juega con tu esperanza,
miras de nuevo,
la estrella se escondió...

"Hay docenas de cuentas en un rosario extraño..."

¿Verdad papá?

"Así es hijito, así es"

"Pero ese universo que imaginas
no ha iniciado aún,
o tal vez se desvaneció hace mucho;
solo es un ansia,
como un recuerdo inexacto que se escapa
como arena fina en una playa
en esa noche que ya olvidamos"

"Las lágrimas ya no forman lagos en estos días, hijo...

Los fértiles días del sosiego ya no son más
que joyas perdidas..."

¿Pero algo puede ser cierto aún papá?

¿Aún las lágrimas pueden colgarse en el umbral?

¡Creo que si papá, tengo fe que si!

"Eres mi hijo y siento lo que sientes,
pero mis manos y mis años
son pesadas torturas
que me quitan la fe,
tal vez las leyendas sean más adelante,
si sigues creyendo en la magia,
en la vehemencia de la singularidad
en la palabra que inicia,
en ese verbo veraz..."

"Hijo, aún nos quedan las estrellas más lejanas,
aún puedo disfrutar de tu inocencia,
aún puedo quedarme perplejo con la luz de tus ojos,
aún tu corazón es la joya que preciso
para seguir siendo un mago incansable de la vez..."

"Dame un abrazo,
no nos falta nada para llegar a casa,
la cena está servida,
te lo juro que si..."

Una puerta se abre repentinamente...

Hay calor aún...