Sidra del edén

Humanamente, se diría,
tal vez, serenamente, murmuraba;
divinamente, se oía,
animalescamente, quedaba callado,
como un reptil debajo de las piedras,
como una nube sin la gracia del viento.

Medianamente, cumplían con los cambios,
indecisamente, sin los puntos en las íes,
sin esos signos,
sin esa trampa en la enemistad;
coloquialmente, tan retórico como elocuente,
discretamente, tal vez, en la secreta dosis de melancolía,
en la vida mesiánica,
en los momentos paganos,
en los prólogos escondidos,
en las dedicatorias desinteresadas,
en la musicalidad de ese deseo final,
honestamente... No lo sé,
sinceramente, arrimado al tronco de un sentimiento desarraigado,
aparentemente, probablemente,
en el final de una oración atravesada en los latidos...

Saciado ya de esa bondad determinada por la gravedad.

Satisfecho de todos los golpes,
de toda la furia del fuego vengativo,
de esa lluvia que acaricia,
de esa culpa que está en mi frente,
en esa cruz dibujada en mis pensamientos y recuerdos,
en ese llanto seco,
en esa firma intencionalmente aplastada en el olvido,

en esas aparatosas caídas,
en esa fruta echada a perder por la ausencia,
dormida en la esperanza de una nueva existencia,
así, dualmente, como llenos estamos de dudas...

Repletos de impiedad.

Hartos de mirar.

Comentarios & Opiniones

Silvia

Que dualidad y prevención.
Muy pero muy brillante.
Cada renglón disfruté.
Felicitaciones poeta
Y saludos cordiales.

Critica: 
Centinela Azul

Dama Silvia, estoy muy agradecido por su comentario, espero que me siga leyendo.

Critica: 
Xio

David siempre impresionada con tus obras; sinceramente para mi son de un alto nivel cultural, abrazos sinceros, feliz día querido amigo de sueños y poesías, deseo que estés bien.

Critica: 
Centinela Azul

Hermosa Dama XIo, gracias por su hermoso comentario...

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