El mensaje de los pájaros

Me despierto sin afán por el día en proceso, persiguiendo a la nada; escuchando los pájaros y perros latir. Logrando recordar mi último sueño, las flores me observan en mi habitación sin puerta, la luna me sigue vigilante de mi próximo movimiento. Las nubes siguen haciendo su danza por el tiempo y las copas de los árboles baila al compás de la lluvia que está por caer. Descanso del pasado yugo. Días que parecían no acabarse, nacían tormentas en aquel tiempo que no me detenía a correr a donde fuera.
Si supiera del mañana no tendría tanto afán por ganar unas monedas; dejaría de inmediato todo lo que me hace daño y volvería al deporte, me ocuparía de mis verdaderos asuntos y no volvería darle rienda suelta a esos pensamientos de oscuridad pasados.
Cómo olvidar en lo absoluto, cómo vivir sin creer que la locura sigue por entre mi cuerpo y alma. Sigo siendo la niña a la que le arrebataron el juguete y ahora sabe que todo le pertenece, que es dueña de todo cuanto existe sobre este plano.
Al ser objetos de una historia de suspenso y comedia soy buena actríz, el amor me sigue por doquier a altas horas de la noche. El sexo hace de mi el surgimiento de anhelos que no dejan de respirar. La paz muere al igual que la guerra. Todos en un cuadro grotesto llamado mundo, una pintura del que nos ve movernos por las arbustos donde parece que nada observa, pero la voz callada del siervo y en ojos celestiales el viento lo acompaña, arropado del follaje caido. Ángeles y demonios sobre la tierra no dudan en seguir con la misericordiosa batalla entre vivos y muertos, sigue vagando la ira del Dios por entre los cauces y las aves se acercan a mi en busca de ayuda Divina, con mensajes de amor.