A ella.

Aun no me has platicado de ti, sin embargo lo se todo.

Aun no me me has respondido, aun ni siquiera me has hablado, en tu vida me has mirado, ni mi voz has escuchado

Aunque no lo sabes y sin darle mas vueltas al asunto empece a plasmarte mientras inhalaba ese tabaco que lleno mi habitación de un olor que tal vez te parezca desagradable, ya que es parte de un aroma a pasión, amor y tabaco de gatas de falda corta.

En la eterna obstinación de saber que tal vez nunca te encuentre en este mundo lleno de seres raros donde ellos mismos se han denominado humanos aunque yo los veo mas como materiales sin color, sin vida, tan simples, tan fáciles de manejar.

Y sin pensar ni reconocerme , trato de vivir de las cosas mas simples; del respirar, del comer, del dormir al lado de una almohada que de vez en cuando se encuentra ocupada por una dama de alquiler de la cual su perfume me recuerda tanto al tuyo aun sin conocerlo.

Y es que el impacto que dejas en mi, se resume a un terremoto en mis brazos y piernas, a una lluvia torrencial en mis ojos y a un volcan en mi entrepierna.

A veces mis pensamientos me ganan, te quiero ver como una rosa, sin embargo, pienso que es inútil por que su olor se desvanece, su color se va y al final muere abandonándome de nuevo en el frio y oscuro rincon de mi habitacion.

Pero si tengo que escribir un verso mas preferiría darle un final inmediato para tener espacio en mi mente y en el papel donde escribir sobre nuestras memorias. Aunque contigo duele más, por que se que al ponerle punto final no quedaran dos puntos suspensivos.